Año de cambios, cómo aprovecharlos en tu faceta deportiva
Dejamos atrás un mes de septiembre atípico. Posiblemente el más raro que se recuerde en lo que a conceptos deportivos se refiere.
Desde que una pandemia en forma de virus a nivel mundial decidió instaurarse en nuestras vidas, nos hemos visto envueltos en un sinfín de situaciones anómalas que han afectado también a todas las rutinas deportivas que durante tantos años llevábamos practicando.
Septiembre es, por excelencia, el inicio de las temporadas deportivas de multitud de atletas profesionales y amateurs.
Volvemos de las vacaciones estivales con el cuerpo (y la mente) recuperados, los tanques de energía al máximo de su capacidad y el calendario lleno de cruces que marcan las pruebas deportivas que nos planteamos preparar durante el año. Además de algún kilito de lastre que nos hemos puesto y que resulta inevitable al relajarnos durante varias semanas.
Pero en 2020 todo ha cambiado. Sin competiciones a la vista (de momento). Sin esa sensación de haber exprimido el cuerpo al máximo durante la temporada anterior. Incluso, en la mayoría de los casos, sin tener que recuperarnos de alguna molestia o lesión que hemos sufrido ya que no hemos podido entrenar tampoco al nivel al que solíamos auto exigirnos.
Y es en la palabra “cambio” donde tenemos que centrarnos. Ya que en multitud de ocasiones nos intimida la sensación de modificar cosas en nuestras vidas. Salir de nuestra zona de confort.
Y precisamente esa es la mejor herramienta que puede tener una persona para mejorar como deportista. La capacidad de adaptarse a lo que no estamos acostumbrados. Por lo tanto hemos de dejar atrás esas actitudes negativas que nos hacían ver los cambios como algo malo, y empezar a visualizar que esos cambios son una oportunidad de mejorar lo que teníamos hasta ahora. De enfrentarnos a nuevos retos y asimilar las dificultades que nos puedan surgir en el camino.
Y si hacemos un análisis en lo estrictamente deportivo, estamos ante una de las mejores oportunidades que se nos han presentado nunca. Ya que podemos replantearnos infinidad de variables que llevábamos tiempo queriendo incluir en nuestras programaciones deportivas, y que por culpa de nuestros ajustados calendarios, o por la falta de disponibilidad horaria, nunca conseguíamos materializar.
Trabajar más específicamente los movimientos técnicos, darle una mayor importancia a las diferentes técnicas de recuperación activa, o buscar de que manera podemos eliminar las descompensaciones musculares son sólo algunas de las novedades que podemos incluir a partir de ahora en nuestros entrenamientos. Y de esta forma volver a la carga siendo unos deportistas más completos y complejos.
Y, sobre todo, dejar que esa sensación tan placentera de volver a los inicios nos inunde por completo.
Salgamos a hacer deporte con un único objetivo en la cabeza: DISFRUTAR.
El cuerpo humano está diseñado y “fabricado” para moverse. Vamos a dejar que desempeñe su función.
Disfruta del movimiento.
Ángel Martínez, Entrenador Personal.
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